El mantenimiento preventivo es una tarea fundamental en toda industria o empresa hoy en día, donde sus sistemas y dispositivos son de vital importancia para la mayoría de procesos y tareas de su negocio. Evitar que se produzcan averías hará que el tiempo de vida operativa se prolongue y que las interrupciones se minimicen.
A continuación, hablaremos sobre el mantenimiento preventivo, qué es, sus tipos, los beneficios que proporciona y cómo se debe hacer el mantenimiento preventivo.
Índice de contenidos
¿Qué es el Mantenimiento preventivo?
Se define como mantenimiento preventivo a la acción de revisar de manera sistemática y bajo ciertos criterios a los equipos o aparatos de cualquier tipo (mecánicos, eléctricos, informáticos, etc…) para evitar averías ocasionadas por uso, desgaste o paso del tiempo.
«A diferencia del mantenimiento correctivo, el mantenimiento preventivo realiza acciones de manera proactiva en pos de disminuir problemas venideros.»
El mantenimiento preventivo se adelanta a las averías antes de que ocurran o hace que sean menos graves, por lo que disminuye el gasto en reparaciones y el tiempo en el que los equipos dejan de estar operativos debido a las mismas.
¿Necesitas gestionar la documentación, partes de trabajo, facturación, garantías y revisiones de tus activos instalados en tus clientes? Lleva tu empresa al siguiente nivel con el software SAT mejor valorado del mercado.
Tipos de mantenimiento preventivo
Existen tres tipos de mantenimientos preventivos y el conjunto de todos ellos forma un plan de mantenimiento; el cuál es indispensable para realizar una labor de mantenimiento de calidad y profesional. Estos son los tres tipos principales de mantenimiento preventivo:
- Mantenimiento programado: Se realizan por tiempo, kilómetros u horas de funcionamiento.
- Mantenimiento predictivo: Es realizado al final del período estimado máximo de utilización.
- Mantenimiento de oportunidad: Se aprovecha el período en el que no se está utilizando el equipo para realizar el mantenimiento y evitar cortes de producción.
Además, dependiendo del tipo de servicio y equipo al que realizar el mantenimiento también podemos contemplar:
- Mantenimiento pasivo: Aplicando medidas de mantenimiento pasivo a nuestro plan de mantenimiento estamos aplicando una capa de seguridad para que el equipo siempre opere en las condiciones físicas excelentes y evitar factores externos cómo desgaste por condiciones meteorológicas (lluvia, nieve, humedad, calor) o por manipulaciones intencionadas/accidentales.
- Mantenimiento activo: Dependiendo de la calidad y tipo de los componentes a realizar el mantenimiento preventivo, deberemos supervisar de manera más asidua el desgaste de los mismos debido al uso.
Cómo ya hemos comentado anteriormente, la suma de todos estos tipos de mantenimiento dan lugar al plan de mantenimiento, que es base para poder ofrecer un servicio de mantenimiento puntual, de calidad y rentable tanto para la empresa receptora como para la empresa que ofrece el servicio.
Por qué es importante el mantenimiento preventivo
Ya sabes qué es un mantenimiento preventivo, por lo que ahora es el momento de conocer por qué se trata de un tipo de mantenimiento clave para cualquier empresa.
El mantenimiento preventivo es esencial debido a sus múltiples beneficios en diversos campos y áreas de negocio. Por ejemplo, en la industria, la tecnología evita costosos gastos al anticipar problemas y prolonga la vida útil de equipos, además de mejorar la eficiencia y seguridad. También permite realizar una planificación más eficiente del trabajo al reducir el tiempo de inactividad no planificado, conservando recursos y cumpliendo con las regulaciones vigentes.
El mantenimiento preventivo es un enfoque rentable que asegura operaciones confiables, eficientes y seguras, al tiempo que minimiza costos y maximiza la vida útil de los activos.
Ventajas de contar con un plan de mantenimiento preventivo
Disponer de un plan de mantenimiento preventivo permitirá a las empresas disfrutar de una serie de interesantes beneficios, entre los que podemos destacar:
Reducción de costos
Al prevenir fallas y posibles problemas graves, se evitan costosas reparaciones o reemplazos de último minuto, lo que implica un gran ahorro a medio y largo plazo (se evitan muchos gastos imprevistos que merman la rentabilidad del negocio).
Mayor vida útil de equipos
El mantenimiento regular y planificado ayuda a mantener los equipos y sistemas en óptimas condiciones en todo momento, prolongando su vida útil y postergando la necesidad de adquirir nuevos activos.
Gracias a un buen plan de mantenimiento preventivo, las empresas pueden amortizar de forma eficiente su inversión en maquinaria, herramientas, equipos, dispositivos, y otros activos importantes.
Mejora de la eficiencia
Los equipos y sistemas que cuentan con un buen mantenimiento preventivo funcionan de manera más eficiente, es decir, consumen menos energía mientras operan al 100 % de su capacidad y rendimiento.
Reducción del tiempo de inactividad
Al identificar y abordar problemas antes de que causen interrupciones en las operaciones, se minimiza el tiempo de inactividad no planificado, lo que es especialmente valioso en entornos productivos.
Aumento de la seguridad
El mantenimiento preventivo ayuda a prevenir problemas de seguridad potenciales al detectar y corregir condiciones peligrosas antes de que se conviertan en amenazas reales.
Los trabajadores, técnicos y operarios podrán realizar sus tareas en un entorno más seguro, evitando muchas situaciones que pueden ser perjudiciales para su salud e integridad física.
Es importante destacar que la mayoría de los accidentes laborales que se producen están relacionados con el contacto entre los trabajadores y la maquinaria o equipos, por lo que un plan de mantenimiento preventivo es fundamental para minimizar este tipo de incidentes.
Planificación efectiva
Al contar con un plan predefinido, es posible programar el mantenimiento en momentos adecuados, optimizando las tareas de producción y evitando interrupciones imprevistas.
Con un plan adecuado de mantenimiento preventivo, se conseguirá que las tareas propias de este tipo de mantenimiento se realicen en el momento oportuno para que tengan el menor impacto en la actividad del negocio.
Asegurar el cumplimiento normativo
Un plan de mantenimiento preventivo ayuda a cumplir con las regulaciones y estándares de la industria, evitando posibles sanciones legales y asegurando una operación dentro de los límites legales y éticos (sobre todo en materia de seguridad laboral).
Aumenta el grado de confianza y fiabilidad
La anticipación de problemas a través del mantenimiento preventivo aumenta la confiabilidad de los equipos y sistemas, reduciendo la probabilidad de fallas o averías inesperadas. Esto hace que los procesos productivos de la empresa sean mucho más fiables, por lo que se pueden acometer nuevos proyectos al contar con una gran solidez en el sistema productivo propio.
Optimización de recursos
Al mantener equipos en buen estado se evita el desperdicio de recursos y se maximiza la utilización eficiente de los activos disponibles. Un plan de mantenimiento preventivo profesional permite que la empresa optimice el uso de sus recursos disponibles, ayudando a reducir costes y a cuidar el medioambiente.
Aumento de la calidad
El mantenimiento preventivo tiene un impacto directo y positivo en la calidad de los productos fabricados al asegurar que los equipos funcionen correctamente en todo momento (según las especificaciones indicadas por el fabricante para obtener los mejores resultados).
¿Cómo hacer el mantenimiento preventivo?
Para realizar labores de mantenimiento preventivo de calidad, debemos partir de un plan de mantenimiento eficaz y apoyarnos de herramientas que nos faciliten el día a día en la gestión de los mismos. Estos son los pasos para realizar un mantenimiento preventivo:
1. Fijar las metas a conseguir
El primer paso para diseñar el mejor plan de mantenimiento preventivo es definir los objetivos que se persiguen con el mismo, como pueden ser disminuir el tiempo de inactividad de la maquinaria o reducir los costes en reparaciones, por ejemplo.
2. Identificar todos los recursos disponibles
Es necesario tener un control de todos los activos que disponga la empresa, lo que implica saber su ubicación, recomendaciones de funcionamiento y mantenimiento por parte del fabricante, especificaciones técnicas, año de adquisición, y cualquier otra información importante sobre los mismos.
Lo ideal es realizar un inventario preciso de todos los equipos, dispositivos y maquinarias que tenga la empresa, para organizarlos con un sistema eficiente que permita acceder a sus datos más relevantes.
3. Priorizar las tareas de mantenimiento
No todos los activos dentro de una empresa tienen la misma importancia e impacto en su funcionamiento, por lo que es necesario hacer una tarea de priorización para identificar cuáles de ellos requieren de mayor atención a la hora de realizar el mantenimiento preventivo.
También es importante priorizar los riesgos para poder implementar soluciones rápidas y eficientes sobre aquellos que tengan un mayor impacto en el negocio y en la seguridad.
4. Implementar un buen sistema de seguimiento
Para que un plan de mantenimiento preventivo sea eficiente es indispensable implementar un sistema de monitorización y control que permita conocer en tiempo real todo lo que sucede en relación con los activos de la empresa.
Construir un cuadro de mando y generar informes visualmente atractivos, utilizando para ello métricas y KPI claves, es la mejor manera de actuar de forma inmediata ante cualquier incidente o problema, y minimizar su impacto.
5. Desarrollar un sistema de mejora continua
El mantenimiento preventivo debe ser un sistema dinámico que siempre esté en funcionamiento y que siempre busca nuevas formas de mejora y optimización. Por lo tanto, un plan de mantenimiento preventivo debe estar en constante evolución: hay que añadir nuevos procedimientos, mejorar tareas y aprender de los datos y acciones que se van realizando a lo largo del tiempo.
¿Qué diferencia hay entre mantenimiento preventivo y mantenimiento predictivo?
Es habitual que se confunda el mantenimiento preventivo con el mantenimiento predictivo, pues son sistemas que están relacionados, pero que hacen referencia a distintas tareas y procesos.
Veamos cuáles son las principales diferencias entre ambos tipos de mantenimiento:
Cuándo se realizan las tareas
Mientras que en el mantenimiento preventivo se realizan tareas como inspecciones, ajustes, o reparaciones programadas antes de que ocurra una avería o falla, en el mantenimiento predictivo se monitorizan constantemente los activos con el objetivo de identificar patrones o comportamientos anómalos que puedan dar origen a un error o incidente.
- Mantenimiento preventivo. Son tareas que se realizan de forma programada con el objetivo de evitar averías o problemas futuros.
- Mantenimiento predictivo. Se realiza un seguimiento en tiempo real de los activos para identificar comportamientos que no están dentro de los parámetros establecidos y que pueden ser indicadores de futuros problemas o fallas.
Por lo tanto, las tareas de mantenimiento preventivo están previamente programadas, mientras que las realizadas en el predictivo solo se realizan cuando es necesario.
Tareas a realizar
Otra diferencia entre estos tipos de mantenimiento son las tareas a realizar. En el mantenimiento preventivo es habitual realizar acciones de prevención, como son el engrasado y lubricación, la limpieza, el reemplazo de piezas, etc.
Por su parte, en el mantenimiento predictivo se utilizan herramientas y software específico para recopilar datos de equipos, dispositivos y maquinarias, como por ejemplo, a través de sensores (para medir vibraciones, temperatura, niveles…).
Herramientas y procesos
Cuando se realizan tareas de mantenimiento predictivo, se acude a un calendario que indica a los operarios todo lo que deben hacer siguiendo un plan previamente establecido, por lo que conocen cuándo deben actuar, lo que tienen que hacer y qué herramientas y procesos deben seguir.
Sin embargo, en el mantenimiento predictivo se es más proactivo, por lo que es necesario apoyarse en tecnología que permita identificar problemas antes de que sucedan. Algunas de estas tecnologías que son claves en este mantenimiento predictivo son:
- Internet of things (IoT). El internet de las cosas consiste en el uso de dispositivos que son capaces de comunicarse de forma remota con una unidad central, para proporcionarles datos de interés. En el mantenimiento predictivo es habitual el uso de dispositivos IoT para monitorizar equipos y maquinarias. Con ellos, se obtienen datos valiosos para tomar mejores decisiones sobre su mantenimiento.
- Analítica de datos. Son herramientas que permiten sacar conocimiento útil de toda la información que se maneja en el mantenimiento preventivo
- Inteligencia artificial y machine learning. El objetivo es elevar a un nuevo nivel el mantenimiento preventivo con procesos automatizados, que son más ágiles y eficientes a la hora de detectar problemas y fallas antes de que se produzcan. Así, se minimizan los tiempos de actuación y facilita las tareas de mantenimiento.
Para realizar esto de la manera más profesional debemos contar con un proceso automatizado que nos permita tener bajo control la maquinaria a la que hacer mantenimiento, documentación oficial, fotos o firmas que acrediten nuestro trabajo y la posterior facturación de todo el proceso de la manera más eficiente.
Hacerlo de manera manual o en papel lleva a perder documentación importante, firmas o a no tener el control total sobre la rentabilidad de nuestros mantenimientos, es por eso que es necesario adoptar un programa adaptado para empresas en movilidad y que lo puedan utilizar desde cualquier lugar, incluso sin conexión.
La opción más utilizada por autónomos y pymes es STEL Order en su versión móvil que permite a las empresas crear presupuestos, partes de trabajo, facturarlos y tener el seguimiento sobre todas las tareas realizadas en muy pocos clics, además de poder crear tareas recurrentes para ayudar en los mantenimientos y tener a todos los técnicos sincronizados entre ellos y con la oficina.
