La mayoría de los bienes y servicios que se comercializan conllevan necesariamente la repercusión de impuestos al consumo; cuando tales transacciones tienen lugar entre entidades pertenecientes a distintos países de la Unión Europea, estamos ante el escenario del IVA intracomunitario. Vamos a analizar los pormenores de este conjunto normativo, destinado a simplificar este tipo de operaciones.
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Qué es el IVA intracomunitario
El IVA intracomunitario hace referencia a las normas mediante las que se repercute el impuesto sobre el valor añadido en las transacciones comerciales donde los intervinientes pertenecen a distintos países miembros de la UE.
Esta clase de impuesto tiene distintas denominaciones y tipos en cada país, pero lo que tiene en común en todos los territorios es que es un tributo ineludible, que grava prácticamente todos los productos y los servicios que son comercializados.
A la luz de las distintas regulaciones existentes en torno al gravamen sobre el valor añadido de bienes y servicios en los países miembros de la UE, y dentro del marco de convergencia europeo, la UE resolvió crear una normativa unificada, con el propósito de facilitar las transacciones comerciales entre los estados miembros.
En un contexto más amplio, el IVA intracomunitario es un tipo de IVA transfronterizo, aplicable concretamente al comercio entre países de la UE, y no de otros territorios ajenos a la Unión.
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Cómo se aplica el IVA intracomunitario
Dado que el IVA intracomunitario se aplica en operaciones comerciales entre entidades pertenecientes a países miembros de la UE, cuando se vaya a emitir una factura en concepto de los bienes o los servicios comercializados, ésta ha de regirse por el mencionado conjunto normativo teniendo en cuenta los siguientes casos.
- Operación de productos o de servicios.
- Transacción de compra o de venta.
- Categoría del comprador: particular, empresa o profesional independiente.
1. Venta de bienes a particulares
Cuando la transacción tiene como destinatario a una persona física residente en un país distinto de la UE, el vendedor tendrá que aplicar en la factura el impuesto correspondiente al país de residencia del comprador.
Para poder realizar dichas operaciones, el vendedor deberá estar dado de alta como operador en el país donde desee comercializar sus bienes o servicios: cada territorio establece su propio límite anual de transacciones para requerir a los vendedores constar en este registro.
2. Venta de bienes a empresas o profesionales independientes
Cuando el destinatario de la venta sea una empresa o un autónomo, el vendedor tendrá también que aplicar el impuesto que aplique en el país donde se produzca la venta, salvo que éste se haya dado de alta en el ROI (Registro de Operadores Intracomunitarios), en cuyo caso la factura emitida no contendrá impuesto alguno sobre los productos o servicios comercializados.
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3. Venta de servicios a particulares
En general, las facturas correspondientes a la venta de servicios a consumidores particulares deberán incluir el impuesto aplicable al país de residencia del vendedor; la excepción la encontramos en los servicios de radiodifusión, telecomunicaciones, electrónicos y de televisión, los cuales tendrán que ser facturados con el impuesto correspondiente al país de residencia del comprador.
4. Venta de servicios a empresas o profesionales independientes
En estos casos, todas las facturas que se emitan por estos conceptos no llevan IVA de ningún tipo, ni ningún impuesto análogo de ningún otro territorio: el comprador liquidará el IVA con la hacienda pública posteriormente, mediante el procedimiento de inversión del sujeto pasivo.
5. Compra de bienes y servicios
Analizando la casuística desde el punto de vista del comprador, y asumiendo que éste es una empresa o un profesional independiente, liquidará el IVA análogamente a como lo hubiera hecho si la venta la hubiera realizado él mismo en su país de origen, es decir, mediante la inversión del sujeto pasivo.
La existencia de la normativa sobre el IVA intracomunitario pretende ser una forma de simplificar y facilitar las operaciones comerciales dentro de la UE, una medida destinada a promover el comercio intracomunitario mediante el alivio de las cargas impositivas que se derivan de los impuestos sobre el consumo. Si quieres tener bajo control todos tus impuestos y facturas bajo un software de calidad, prueba gratuitamente el programa de facturación de STEL.