Hecho imponible

Comprender el hecho imponible es crucial para entender las obligaciones tributarias. Puede variar según el impuesto y se compone de elementos como lo objetivo, subjetivo, espacial y temporal.

Tener claro cuál es el hecho imponible de un impuesto es algo fundamental para cualquier contribuyente, porque es precisamente este el que va a determinar que surja la obligación de pagar el tributo. En cada impuesto ese hecho será diferente. Incluso podemos encontrarnos con que dentro de la regulación del mismo tributo se hace referencia a diferentes hechos imponibles.

Qué es el hecho imponible y qué funciones tiene

Desde el punto de vista jurídico y técnico, cuando se analiza qué es el hecho imponible, se dice que es el presupuesto definido en la ley y que da lugar al nacimiento de la obligación tributaria.

Dicho de una forma más sencilla. Es aquella situación que, en caso de materializarse, hace que surja para el contribuyente la obligación de pagar un impuesto. Por ejemplo, si compro un producto de alimentación en el supermercado (este sería el hecho imponible) surge para mí la obligación de pagar el IVA de este artículo cuando pase por caja.

En cuanto a su finalidad, esta no es otra que determinar en qué casos surge la obligación tributaria. Esto requiere algunas matizaciones, porque no siempre que se realiza el hecho imponible hay que pagar un impuesto. En algunos casos, la ley establece supuestos de exención. Son casos en los que se realiza el hecho imponible, pero por disposición legal expresa no se liquida el tributo.

Por ejemplo, en el IVA, el hecho imponible es la entrega de un bien o servicio, pero hay supuestos en los que se lleva a cabo la prestación de un servicio y no hay que pagar este impuesto, como ocurre con las clases particulares.

A fin de ser lo más clara posible, la ley puede definir el hecho imponible estableciendo los supuestos de no sujeción. Son aquellos en los que no surge nunca obligación de pagar el impuesto porque no se considera realizado el hecho imponible.

Elementos que componen el hecho imponible

Estamos analizando es un concepto un tanto abstracto, pero, dentro de él, se pueden encontrar cuatro vertientes o elementos que ayudan a su entendimiento:

Elemento objetivo

Es la situación o hecho definido en la ley y que hace surgir la obligación de pagar un impuesto concreto. Tiene que ver con la riqueza del sujeto o con la realización de un acto que pone de manifiesto una cierta capacidad económica. El elemento objetivo puede ser:

  • Un acontecimiento de naturaleza económica, como recibir una renta o heredar una propiedad.
  • Un acto o negocio jurídico, como la compraventa de un inmueble.
  • Una situación que afecta a un determinado estado o condición de la persona, como recibir un título nobiliario.
  • Una actividad que no está comprendida dentro de un marco de actividad específica, como las tasas que se pagan para obtener una licencia de obra.

Elemento subjetivo

Determina quién es el obligado tributario, es decir, quién tiene que pagar el impuesto. Puede tratarse de una persona física o una persona jurídica. En algunos casos, incluso las entidades sin personalidad jurídica tienen la condición de obligados tributarios, y deberán abonar el impuesto si realizan el hecho imponible.

Elemento espacial

Determina el ámbito geográfico de cumplimiento de la obligación. Hay tributos estatales, pero también los hay autonómicos y locales. Por ejemplo, si se posee un inmueble en un municipio de Barcelona, habrá que pagar el impuesto de bienes inmuebles al ayuntamiento correspondiente, no a otra Administración.

Elemento temporal

Define el momento exacto en el que se entiende realizado el hecho imponible y nace la obligación tributaria. Esto es lo que se conoce como «devengo». Sin embargo, hay que tener en cuenta que, en algunos casos, la ley establece que el devengo se produce en un momento posterior a la realización del hecho imponible, como ocurre con el IRPF.

Ejemplos de hecho imponible

El hecho imponible es diferente en cada impuesto, y un mismo hecho no puede estar gravado con dos tributos diferentes. Para entender esto mejor, veamos algunos ejemplos.

Hecho imponible del IVA

Como decíamos antes, está constituido por la prestación de un servicio o la entrega de un bien. De esta forma, un fontanero autónomo que hace una reparación en un domicilio particular debe repercutir el IVA en sus facturas, y su cliente es el obligado a abonarlo.

Hecho imponible del IRPF

Este impuesto grava la obtención de rentas por parte de las personas físicas. Rentas que pueden proceder del trabajo, de la realización de actividades económicas, de rendimientos del capital mobiliario o inmobiliario, o incluso de ganancias y pérdidas patrimoniales.

Por tanto, cuando una persona trabaja por cuenta ajena y recibe un salario, está realizando el hecho imponible de este impuesto, de ahí que se le detraiga de su nómina una parte que va destinada a pagar su IRPF.

Conocer el hecho imponible de los diferentes impuestos nos ayuda a saber si tenemos que pagarlos. En este sentido, contar con un software de última generación como el de Stel Order es esencial para llevar la contabilidad al día y asegurarse de estar al corriente de pago de las obligaciones tributarias.

STEL Order

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