El autónomo societario es una figura clave para quienes deciden emprender a través de una sociedad mercantil. Aunque comparte similitudes con el autónomo individual, esta modalidad tiene características únicas en cuanto a responsabilidad, obligaciones fiscales y costes. En este artículo, analizamos en detalle qué implica ser autónomo societario.
Índice de contenidos
¿Qué es un autónomo societario?
El autónomo societario es una figura híbrida entre socio y empleado: es aquel trabajador autónomo que ha constituido una sociedad mercantil para desarrollar sus funciones profesionales. Asumiría, al mismo tiempo, un control total o parcial de la sociedad constituida (en función de si hay más socios), y un rol de trabajador para la empresa.
Diferencias entre un autónomo y un autónomo societario
Aunque ambos comparten la característica de trabajar por cuenta propia, existen diferencias clave entre un autónomo y un autónomo societario. Estas diferencias afectan aspectos como la responsabilidad, los trámites y los costes asociados a cada figura.
Trámites de alta y constitución
El alta como autónomo individual es un proceso más rápido y económico, ya que basta con registrarse en Hacienda (Modelo 036 o 037) y en la Seguridad Social. Por otro lado, el autónomo societario debe participar en la constitución de una sociedad mercantil, lo que incluye la redacción de estatutos, la inscripción en el Registro Mercantil y otros trámites legales que implican mayores costes y tiempo.
Responsabilidad ante terceros
El autónomo individual responde con todo su patrimonio personal frente a deudas o responsabilidades derivadas de su actividad. En cambio, un autónomo societario limita su responsabilidad al capital aportado a la sociedad, lo que ofrece mayor protección frente a riesgos financieros.
Costes iniciales y de gestión
El autónomo societario asume mayores costes iniciales debido al proceso de constitución de la sociedad, además de las obligaciones fiscales y contables más complejas, como la presentación del Impuesto de Sociedades. Por su parte, el autónomo individual tiene un régimen fiscal y contable más sencillo, lo que reduce sus gastos de gestión.
Estas diferencias hacen que el autónomo societario sea una figura más adecuada para quienes desean emprender en equipo o desarrollar actividades con mayores riesgos, mientras que el autónomo individual es ideal para quienes trabajan en solitario o en actividades de menor envergadura.
¿Cuándo un autónomo debe darse de alta como societario?
Un autónomo debe darse de alta como autónomo societario cuando cumple ciertas condiciones relacionadas con su participación y control en una sociedad mercantil. Este tipo de alta es obligatorio para garantizar el cumplimiento legal y fiscal en las siguientes situaciones:
Obligaciones legales según el control efectivo
Un socio que posea al menos el 25% del capital social y desempeñe funciones de dirección, administración o representación en la sociedad debe darse de alta como autónomo societario. Si la participación es conjunta con familiares hasta el segundo grado y supera el 50%, también se exige este alta.
Actividad económica vinculada a una sociedad
Si un autónomo decide constituir una sociedad para desarrollar su actividad, será necesario que se registre como autónomo societario para cotizar en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), independientemente de los ingresos o beneficios de la sociedad.
Presión fiscal y administrativa
A diferencia de los autónomos tradicionales, quienes operan bajo el marco de una sociedad tienen mayores responsabilidades fiscales y laborales, como la presentación del Impuesto de Sociedades o la declaración de retenciones de IRPF para empleados.
En resumen, darse de alta como autónomo societario es obligatorio si se cumplen las condiciones de participación y control efectivo en una sociedad, lo que implica asumir las obligaciones legales y fiscales propias de esta figura.
¿Cuánto es la cuota de un autónomo societario?
El coste mensual para un autónomo societario depende de la base de cotización que elija, pero está sujeto a una cuota mínima más elevada en comparación con el autónomo individual. A continuación, detallamos los aspectos más relevantes sobre la cuota:
Base mínima de cotización
En 2025, la base mínima de cotización para los autónomos societarios es superior a la de los autónomos individuales. Esto se debe a que se calcula en función del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). La cuota mínima se determina aplicando el tipo general de cotización (actualmente del 30,6%) sobre la base mínima.
Por ejemplo:
- Si la base mínima es de 1.300 €, el autónomo societario pagará una cuota aproximada de 397,80 € al mes.
Acceso limitado a la tarifa plana
Aunque los autónomos individuales pueden disfrutar de la tarifa plana, el acceso para los autónomos societarios es más restringido y depende de la interpretación de cada comunidad autónoma o resolución judicial. Este aspecto debe evaluarse cuidadosamente al iniciar la actividad.
Cuotas adicionales
El autónomo societario también puede optar por bases de cotización superiores, lo que incrementará la cuota mensual pero permitirá mayores prestaciones futuras, como pensión de jubilación o incapacidad temporal.
En conclusión, la cuota de un autónomo societario es más elevada que la de un autónomo individual, y es importante planificar este coste dentro del presupuesto de la sociedad. Además, es recomendable consultar con un asesor para maximizar los beneficios fiscales y elegir la base de cotización más adecuada.
¿Los autónomos societarios tienen que presentar factura?
La obligación de presentar factura depende del tipo de relación que el autónomo societario tenga con su sociedad o con terceros, así como del tipo de operaciones realizadas. A continuación, explicamos las situaciones más comunes:
Autónomos societarios que realizan actividades económicas externas
Si el autónomo societario presta servicios o vende productos a clientes externos a la sociedad, está obligado a emitir una factura por cada operación, cumpliendo con los requisitos legales del IVA y del IRPF, en caso de que aplique.
Relación entre el autónomo societario y su sociedad
Cuando el autónomo societario desempeña funciones de dirección o administración dentro de su propia empresa, no es necesario emitir facturas. En este caso, percibe sus ingresos a través de una nómina, tributando en concepto de rendimientos del trabajo en el IRPF.
Por el contrario, si además presta servicios profesionales independientes a la sociedad, deberá emitir una factura por estos trabajos específicos, aplicando el correspondiente IVA y las retenciones de IRPF.
Excepciones por actividades exentas de IVA
En algunos casos, las actividades realizadas pueden estar exentas de IVA, como las relacionadas con educación, sanidad o servicios sociales. En estas situaciones, la factura no incluirá este impuesto, pero seguirá siendo obligatoria como comprobante fiscal.
En resumen, los autónomos societarios deben emitir factura siempre que realicen actividades económicas fuera del ámbito interno de la sociedad o presten servicios independientes a su propia empresa. Este cumplimiento garantiza una adecuada tributación y evita sanciones por parte de Hacienda.
Preguntas frecuentes
A continuación, resolvemos algunas de las dudas más comunes sobre el autónomo societario para ayudarte a entender mejor esta figura y sus implicaciones:
¿El autónomo societario tiene acceso a la tarifa plana?
El acceso a la tarifa plana para autónomos societarios es limitado y depende de la interpretación de la normativa por parte de las comunidades autónomas o sentencias judiciales. Aunque en algunos casos se ha reconocido este derecho, no es una garantía general. Es recomendable consultar con un asesor antes de iniciar el trámite.
¿Puede desgravar su sueldo como gasto de la sociedad?
Sí, el sueldo percibido por el autónomo societario como administrador o directivo puede considerarse un gasto deducible para la sociedad, siempre que esté debidamente justificado en los estatutos y registrado contablemente. Esto se aplica tanto al salario como a las cotizaciones sociales asociadas.
¿El autónomo societario tributa mediante nómina o factura?
Depende del tipo de actividad que realice:
- Si actúa como administrador o directivo, percibe su remuneración mediante nómina, que tributa como rendimientos del trabajo.
- Si presta servicios profesionales a la sociedad, debe emitir factura, aplicando IVA y retenciones de IRPF, como un profesional independiente.
¿Está obligado a pagar IVA?
El autónomo societario está obligado a pagar IVA siempre que realice actividades económicas sujetas a este impuesto. Sin embargo, existen excepciones para actividades exentas, como las relacionadas con la sanidad, la educación o los servicios financieros.
¿Tiene derecho a prestación por desempleo?
En general, los autónomos societarios no tienen acceso al paro tradicional. Sin embargo, si cotizan por la cobertura de cese de actividad dentro del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), pueden acceder a una prestación específica en caso de cierre de la sociedad.
Estas preguntas frecuentes cubren las principales dudas sobre el autónomo societario, ayudando a entender mejor sus obligaciones, beneficios y limitaciones.