Elegir bien tu epígrafe como autónomo es una de esas decisiones que, aunque parecen meramente administrativas, pueden marcar la diferencia entre una fiscalidad ordenada o un caos con Hacienda. Si estás en proceso de darte de alta como trabajador por cuenta propia o ya llevas tiempo facturando y no tienes del todo claro si estás en el epígrafe correcto… este artículo te va a interesar.
Aquí vamos a desglosar todo lo que necesitas saber sobre los epígrafes de los autónomos: qué son exactamente, cómo se estructuran, cuántos puedes tener, y lo más importante, cómo te afecta la elección que hagas. También te daré consejos prácticos para que sepas dónde buscar el epígrafe adecuado según tu actividad, y cómo evitar errores comunes que pueden traerte dolores de cabeza con la Agencia Tributaria.
Además, te compartiré algunas claves para entender cómo influye tu epígrafe en cuestiones tan importantes como el IVA, el IRPF o las deducciones fiscales. Sí, todo eso está conectado, y muchas veces se pasa por alto hasta que ya es demasiado tarde.
Si trabajas en sectores digitales, ofreces servicios online o tu actividad profesional es difícil de clasificar con los criterios tradicionales, también tenemos una sección especial para ti. Cada vez son más los autónomos que se enfrentan a un listado anticuado que no refleja la realidad del mercado actual.
Así que, tanto si estás empezando como si quieres revisar si elegiste bien en su día, esta guía 2025 sobre epígrafes de autónomos es para ti. Vamos paso a paso, con claridad y al grano.
Índice de contenidos
¿Qué son los epígrafes de los autónomos?
Cuando hablamos de epígrafes autónomos, nos referimos a los códigos que la Agencia Tributaria utiliza para identificar la actividad económica que desarrollas como profesional o empresario individual. Estos códigos forman parte del IAE (Impuesto de Actividades Económicas), una clasificación oficial que agrupa todas las actividades posibles en diferentes categorías y subcategorías.
En términos prácticos, el epígrafe es la etiqueta legal y fiscal que define a qué te dedicas ante Hacienda. No es un simple formalismo: de tu elección dependerán cuestiones fundamentales como si debes o no aplicar retención de IRPF, si puedes deducirte determinados gastos, o incluso si debes presentar modelos como el 303, 130 o 111.
Por ejemplo, no es lo mismo estar dado de alta como profesional liberal (sección 2 del IAE) que como empresario comercial (sección 1), ya que en el primer caso puedes estar obligado a aplicar retención del 15 % en tus facturas, mientras que en el segundo no.
Los epígrafes se agrupan en tres grandes secciones:
- Sección 1: Actividades empresariales (comercio, construcción, hostelería…).
- Sección 2: Actividades profesionales (arquitectos, abogados, diseñadores, programadores…).
- Sección 3: Actividades artísticas (cantantes, actores, bailarines…).
Dentro de cada sección, hay decenas de grupos y subgrupos. Por eso es fundamental saber exactamente a qué se refiere cada código, ya que un error en este punto puede derivar en problemas con Hacienda o incluso en sanciones si se considera que estás fuera del epígrafe correcto.
¿Cuántos epígrafes puede tener un autónomo?
Una de las preguntas más frecuentes entre quienes se inician como trabajadores por cuenta propia es si solo pueden darse de alta en un único epígrafe. La buena noticia es que sí puedes tener varios epígrafes de autónomos al mismo tiempo, siempre que realmente desarrolles más de una actividad económica de forma habitual.
Esto es especialmente útil en perfiles polivalentes. Imagina que eres diseñador gráfico, pero también das formación online sobre herramientas de diseño. Son dos actividades diferentes, y cada una requiere su propio epígrafe. Lo mismo ocurre si combinas una actividad creativa con la venta de productos físicos, como escribir y vender libros, o producir contenido y ofrecer consultoría.
La Agencia Tributaria permite y contempla esta posibilidad sin problema, siempre y cuando te des de alta en cada epígrafe correspondiente mediante el modelo 036 o 037. No hay un número máximo de epígrafes establecido, pero lo recomendable es no apuntarse a más de los necesarios para evitar complicaciones innecesarias a nivel fiscal y contable.
Ahora bien, cada epígrafe conlleva sus propias obligaciones fiscales. Por ejemplo:
- Puede que una actividad te obligue a presentar el modelo 130, mientras que otra esté exenta.
- Es posible que debas aplicar retención de IRPF en una, y no en la otra.
- Algunas te permiten deducirte determinados gastos, como combustible o software especializado, y otras no.
Por eso, si vas a darte de alta en más de un epígrafe, es clave tener muy claro qué implica cada uno fiscalmente hablando, y cómo gestionar tu facturación, tus modelos trimestrales y anuales, y tus gastos según cada actividad.
Listado de epígrafes del IAE para autónomos
Al darte de alta como autónomo, una de las primeras tareas administrativas es identificar qué actividad económica vas a desarrollar. Y para eso, Hacienda te exige seleccionar el epígrafe o epígrafes correspondientes del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE). Pero no basta con poner “diseñador” o “vendedor online”. Debes escoger el código exacto que define tu actividad.
Ahora bien, los epígrafes del IAE no están aislados: forman parte de una estructura legal que regula no solo cómo te das de alta, sino también cómo tributas. Cada epígrafe está vinculado a:
- La sección en la que te das de alta (empresarial, profesional o artística).
- Las obligaciones fiscales que vas a tener (retenciones de IRPF, IVA, presentación de modelos).
- La posibilidad de aplicar deducciones o exenciones.
- Y en algunos casos, incluso puede condicionar si te corresponde tributar por estimación directa o módulos.
Además, los epígrafes son una clasificación cerrada. Es decir, no puedes inventarte uno nuevo si no encajas del todo. En actividades emergentes como el marketing digital, los negocios online o los servicios tecnológicos, esto puede generar dudas. Pero siempre hay formas de ajustar tu actividad al epígrafe más cercano que encaje dentro del marco legal.
Por otro lado, aunque a muchos autónomos les preocupa el IAE como impuesto, lo cierto es que la mayoría están exentos de pagarlo. Si facturas menos de un millón de euros al año, no pagas el impuesto, pero sí debes seleccionar y declarar tu epígrafe al darte de alta en Hacienda.
Con esto claro, aquí tienes una tabla con los epígrafes más comunes para autónomos clasificados por tipo de actividad. Esto te ayudará a ubicar mejor dónde encaja tu negocio:
Epígrafes para actividades empresariales (Sección 1)
Esta sección incluye actividades industriales, comerciales, agrícolas, de construcción y de servicios.
Código | Actividad |
---|---|
411 | Comercio al por mayor de productos alimenticios |
651.1 | Comercio al por menor de frutas y verduras |
652.1 | Comercio al por menor de carne y productos cárnicos |
653.2 | Comercio al por menor de pan, pastelería y dulces |
659.3 | Comercio al por menor de calzado |
659.4 | Comercio al por menor de prendas de vestir |
665 | Venta al por menor por correo o internet (ecommerce) |
971 | Peluquerías y salones de belleza |
972 | Servicios de lavandería y tintorería |
755 | Agencias de publicidad |
751 | Servicios de informática en general |
853 | Guarderías y enseñanza infantil |
849.5 | Enseñanza de formación profesional no reglada |
722 | Transporte de mercancías por carretera |
757 | Agencias de viajes |
Epígrafes para actividades profesionales (Sección 2)
Aquí se agrupan todas las profesiones liberales, técnicas y científicas. Generalmente, implican actividad personal directa, no empresarial.
Código | Actividad |
---|---|
011 | Abogados |
021 | Arquitectos |
032 | Ingenieros técnicos |
045 | Traductores e intérpretes |
151 | Ingenieros y técnicos de informática |
151.9 | Programadores de software |
179 | Asesores fiscales y contables |
839 | Profesores particulares de materias diversas |
843 | Diseñadores gráficos |
834 | Servicios de fotografía y vídeo |
864 | Psicólogos, psicopedagogos, terapeutas |
861 | Médicos y profesionales de la salud en consulta privada |
Epígrafes para actividades artísticas (Sección 3)
Esta sección está pensada para quienes ejercen actividades creativas, culturales o artísticas.
Código | Actividad |
---|---|
036 | Cantantes, músicos, compositores |
037 | Actores y directores de teatro o cine |
038 | Toreros |
933.2 | Artistas plásticos: pintores, escultores |
961 | Actividades relacionadas con la cinematografía |
962 | Producción de espectáculos |
Recuerda que si tu actividad combina varios servicios diferentes, puedes darte de alta en más de un epígrafe. Es importante hacerlo correctamente, porque afecta directamente a tu facturación, tus modelos fiscales y tus posibles deducciones.
Cómo saber en qué epígrafe debes darte de alta
Saber exactamente en qué epígrafe darte de alta puede parecer sencillo… hasta que te enfrentas a la realidad del listado del IAE. Hay cientos de actividades descritas, muchas con matices poco claros, y si tu trabajo no encaja en una definición clásica —como pasa con buena parte de los autónomos digitales, creativos o multidisciplinares—, la elección puede volverse un verdadero rompecabezas.
Lo primero que debes tener claro es que no puedes inventar un epígrafe. Tienes que elegir entre los que figuran en el listado oficial publicado por Hacienda. Este listado se estructura en tres grandes secciones: empresarial, profesional y artística. La que te corresponda dependerá del tipo de actividad que vayas a desarrollar.
Para encontrar el epígrafe correcto, puedes ayudarte de varias estrategias:
1. Utiliza el buscador oficial de Hacienda.
Aunque no es muy intuitivo, permite hacer búsquedas por palabras clave. Es útil si introduces términos generales relacionados con tu actividad: “formador”, “programador”, “publicidad”, “diseño gráfico”, “asesoría”, etc.
2. Consulta con un asesor fiscal.
Puede parecer básico, pero es lo más seguro. Un profesional conoce las implicaciones legales y fiscales de cada epígrafe y te puede ayudar a elegir el más adecuado a tu caso concreto. Recuerda que de esa elección depende, por ejemplo, si debes aplicar retenciones, presentar el modelo 130 o si puedes optar por módulos.
3. Investiga qué epígrafe usan otros profesionales como tú.
Aunque no es una fórmula oficial, ver qué utilizan otros autónomos del mismo sector te puede dar una referencia útil y realista. Eso sí, ten en cuenta que dos actividades parecidas pueden estar en secciones diferentes si varía el enfoque o el canal (presencial vs. online, por ejemplo).
4. Si tienes varias actividades, define cuál es la principal.
Puedes darte de alta en más de un epígrafe, pero Hacienda siempre querrá saber cuál es tu actividad principal. Es la que tendrá más peso a nivel fiscal y la que aparecerá en tus datos censales.
5. Cuidado con las actividades modernas o digitales.
Muchos profesionales digitales no aparecen literalmente en el listado del IAE: community managers, creadores de contenido, copywriters, UX designers… En estos casos, se recomienda optar por un epígrafe lo más cercano posible y justificado por la naturaleza del servicio: “publicidad”, “asesoría de imagen”, “servicios de informática”, etc.
¿Qué pasa si eliges el epígrafe equivocado?
Elegir mal el epígrafe al darte de alta como autónomo no es un error menor. Aunque al principio pueda parecer que “da igual” mientras factures y declares tus ingresos, la realidad es que puede tener consecuencias fiscales, legales y operativas importantes. Algunas se notan desde el primer trimestre. Otras… llegan cuando menos te lo esperas, por ejemplo, ante una inspección de Hacienda.
Vamos a ver qué puede ocurrir si no estás registrado en el epígrafe correcto:
1. Puedes aplicar mal el IVA o IRPF.
Cada epígrafe tiene su propia configuración fiscal. Algunos obligan a aplicar retención de IRPF (como los profesionales en la sección 2), otros no. Hay actividades exentas de IVA, otras que lo tienen al 21 %. Si eliges mal, puedes emitir facturas incorrectas durante meses o años. Esto no solo genera errores en los modelos trimestrales, sino que puede derivar en sanciones o requerimientos de Hacienda.
2. Puedes estar presentando modelos equivocados.
Algunas actividades te obligan a presentar el modelo 130 (pagos fraccionados de IRPF), otras no, porque ya aplican retención. También puede variar si estás obligado al modelo 303, 347 o incluso al 111. Un epígrafe erróneo te lleva a una mala planificación fiscal, lo que puede traducirse en pagos indebidos o, peor aún, en deudas futuras con intereses.
3. Limitaciones en tus deducciones fiscales.
¿Quieres deducirte gasolina, equipo informático, software o formación? Dependerá de que esté justificado según tu actividad registrada. Si no estás dado de alta en el epígrafe que corresponde a esa área, Hacienda puede considerar ese gasto como “no afecto” a tu actividad, y por tanto no deducible.
4. Incongruencia entre lo que facturas y tu alta censal.
Este es uno de los puntos más sensibles. Si en tus facturas aparecen conceptos o servicios que no tienen nada que ver con tu epígrafe, se genera una incongruencia clara. Y eso es lo que suele disparar las alertas en los controles automatizados de la Agencia Tributaria. Si además alguna de esas actividades requiere estar registrado en un régimen especial o llevar libros contables distintos, el problema se amplifica.
5. Riesgo de inspección o sanción.
Hacienda puede requerirte información y, si detecta que has estado facturando por una actividad no declarada correctamente, te puede aplicar una sanción económica, además de reclamarte impuestos atrasados con intereses. No suele pasar si corriges pronto, pero si llevas años así… puede salir caro.
La buena noticia es que si te das cuenta de que no estás en el epígrafe correcto, puedes modificarlo en cualquier momento. Solo tienes que presentar una declaración censal (modelo 036 o 037), añadiendo o cambiando el epígrafe correspondiente. No hay penalización por corregir tu situación de forma voluntaria y anticipada.
Guía para emprender paso a paso
Emprender como autónomo es mucho más que rellenar un par de formularios. Es tomar decisiones importantes desde el inicio, entender cómo funciona la administración y asegurarte de que todo está bien planteado desde el punto de vista fiscal y legal. Uno de los errores más comunes al empezar es hacerlo “a ciegas”, sin comprender bien qué implica cada trámite ni cómo afecta a tu actividad a largo plazo.
Por eso, si estás dando tus primeros pasos como profesional por cuenta propia, esta guía te servirá como hoja de ruta clara y sencilla. Aquí te explicamos los pasos esenciales que debes seguir para poner en marcha tu actividad,